ESCALADA DEL PICO DEL COFRE

El día comenzó temprano, sobre las 8:30 ya desayunaditos, iniciamos camino hacia la cuenca de Tejeda. Después de 1 hora y media de camino y de haber atravesado una densa niebla que podía cortarse con un machete, llegamos al caserío de TAIGUI con un sol espléndido (las cosas de nuestros microclimas tan pronto se te congelan los mocos como te suda el sobaquillo).

Nos preparamos, ya veniamos con el material preparado pero nuestra mente necesitó un poco más de preparación antes de empezar el camino, ufffffffffff y vaya camino. Cada 100 metros mirabamos a la loma de enfrente y veíamos el Roque, hasta ese momento creiamos que se llamaba el ROQUE DEL MULATO, como siempre lo habiamos conocido, pero fué un lugareño que encontramos el que nos sacó de nuestra ignorancia más burda.

- Oiga, jefe, ¿el camino pal Roque del Mulato es por Aquí?

- Ese no se llama del Mulato, eso es nuevo "mijo" ese asío toa lavida el Pico del Cofre. El camino tira parriba porai entre las casas y luego sigue parriba.

- Ahhhhhh pos mucha gracias jefe, que tenga buen día.

- Cojan nísperos hombre, cojan nísperos.

- Ya lo dejamos pa la vuerta que ahora vamos desayunaos, ala hasta mas vé.

Y una vez finalizada la tertulia y siguiendo las indicaciones de nuestro guia "seguimos parriba".

Entre veredos perdidos y senderos desechos fuimos acercandonos y llegamos al pié de nuestro obejtivo en 1 hora y 40 minutos.

Un lugar realmente idílico, aunque como todo, y entre refunfuños de Carlos...

- Si es que hay cosas que no se entienden de la condición humana. miratú ese bote de mayonesa.... y ahí en ese cuevachon toa la mierda que ahi.

Pero ni eso le quitaba el encanto al lugar.

Al poco empezamos la escalada, que al principio se nos antojó facilona, y una vez que estuvimos encaramados en la roca no abandonamos porque "orgullo" vino con nosotros tol canimo, aunque "continuidad" no apareció po ningún lado.

Entre resoplidos e insultos cuando la pared se nos deshacia entre los dedos, (Roque Polvorón debía llamarse) y aleluyas cuando un friend se quedaba en el sitio con cierta seguridad (bendito sea el Camalot del 5) llegamos arriba.

- Y ahora pa bajá ¿que hacemos tú?

- ¿No hay nada donde poné un clavo?, miravé, busca algo.

- Chacho aqui nohay ná. Hay que inventarse algo.

- Pos miratú esa piedra si la ponemos aqui y le pasamos uncacho cuerda nos sirve.

- ¿Tú crees?

- Claro tio, vamos a probar

Y probando nos dimos cuenta que habíamos dado en el clavo (pero sin clavo)

Desde alli descendimos con toda la seguridad del Mundo (esto por si lo lee Virginia jeje). Y una vez abajo con el espiritu ensalsado por la aventura realizada, descansamos un poco y emprendimos el regreso.

Como comentario final dar las Gracias a mi compañero por no dormirse en el coche de regreso (jajaja), aunque a punto de cerrar los ojos en algún momento, aguantó como un titán.

Pueden visualizar las fotos en la columna de la derecha.